En los últimos tiempos, llega con más frecuencia la calima o el polvo del Sahara. Si además, viene acompañado de lluvia, las piscinas terminan ensuciandose y con el agua turbia. 

Aquí os dejamos algunos consejos para poder volver a tenerlas con el agua limpia y clara:

Primero, hay que esperar a que termine el episodio de calima y dejar que la suciedad se asiente en el fondo.

Después ya podemos proceder a la limpieza. Si hay mucha suciedad, se puede añadir un producto floculante para ayudar a que el polvo tan fino sea más fácil de limpiar.

Una vez depositado todo en el fondo, procedemos a la limpieza de la piscina. Es importante trabajar con la válvula selectora en vaciado (solo en estos casos), para evitar que toda esta suciedad pase por el filtro y lo sature.

Puede que con una sola vez no se elimine todo el polvo, así qué, si es necesario, se debe repetir el proceso.

Para ayudar a clarificar el agua, recomendamos un producto coagulante o clarificante, así las pequeñas partículas serán atrapadas por el filtro.

Importante realizar los lavados de filtro necesarios, para que funcione en correctas condiciones.

Y lo más importante, no olvidarse de tener un nivel de cloro correcto en la piscina, al igual que el balance idóneo de pH, como también aumentar las horas de filtración si fuera necesario. Si no, la piscina se volverá verde.

Si tenéis un robot limpiafondos y la piscina está muy sucia, puede ocurrir dos cosas: que el filtro se sature muy rápido y entonces el robot no pueda continuar correctamente su trabajo; o que al ser tan finas las partículas de polvo, el filtro del robot no sea capaz de retenerlas y las expulse de nuevo a la piscina y vuelve a enturbiar el agua.

Lo mejor es limpiar la piscina de manera manual en un primer momento, para retirar la mayor suciedad posible y luego, ya con ayuda de un producto coagulante, se puede utilizar el robot como de costumbre.