Cloración por electrólisis de sal

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¿Qué es la cloración salina?

El tratamiento del agua de la piscina por medio de la cloración salina, consiste en un proceso de electrólisis (descomposición de una sustancia mediante corriente eléctrica) que convierte la sal común (cloruro sódico) previamente añadida al agua, en un desinfectante activo (hipoclorito sódico).

El proceso genera una fuente de cloro, por la presencia de sal en el agua y actúa como un desinfectante muy potente, eliminando sustancias contaminantes del agua. Y es que, incorporando sal al gua y sometiéndola a un proceso de electrólisis, se forman iones de cloruro, muy eficaces para desinfectar.

El agua como consecuencia de este proceso tiende a aumentar su pH, por eso, es conveniente instalar un aparato dosificador de pH, que controle e inyecte el producto reductor de pH al agua.

 

Ventajas

  • Fácil instalación: no necesitas cambiar el equipo de filtración, puede ser instalado en prácticamente cualquier instalación previa. Simplemente se tienen que modificar algunas tuberías para acomodar el nuevo equipo de cloración.
  • Evita el picor y la irritación de ojos y piel.
  • Mínimo mantenimiento.
  • No hay que manipular y almacenar tantos productos químicos.

 

¿Cómo mantener una piscina de cloración salina?

  1. Verificar el nivel de sal con un medidor específico, añadir sal cuando sea necesario. La dosis son aproximadamente unos 5kg de sal por cada m3 de agua.
  2. Si durante el invierno la temperatura del agua desciende de 15ºC se puede apagar el clorador, porque con el agua tan fría no tiene necesidad de trabajar.
  3. Si fuera necesario en algún momento puntual se puede añadir cloro de disolución rápida al agua de la piscina.
  4. Calibrar las sondas de pH y/o redox. Siempre a inicio de temporada y regularmente según el uso.
  5. Limpiar el electrodo o la célula del clorador. Para evitar las incrustaciones de cal, es importante limpiarlo una vez al año o más si el agua utilizada es muy alta en concentración de cal.
  6. Al cabo de unos años, dependiendo de cuántas horas haya trabajado el clorador, la célula deberá ser sustituida. Al igual que los electrodos de pH, que son unos consumibles que pierden funcionalidad con el tiempo.

 

¿Sabías qué?

Una gota de agua de una piscina con cloración salina contiene menos sal que una lágrima.

  • Agua del mar: 37g/l
  • Lágrimas humanas: 9g/l
  • Piscina de sal: entre 3g/l y 5g/l 

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